El viernes pasado, 6 de junio, he tenido la oportunidad de compartir con Capacis un tiempo fantástico en forma de Taller: Las Conversaciones. Y eso hicimos, conversar.
Desde que llegué os confieso que aquello me pareció diferente, amable, acogedor, alegre. Me recibieron 4 chicos que me ayudaron a portar el material, un profe que me montó el equipo informático y lo probó, un equipo femenino fuerte y profesional que me contextualizó el proyecto y me hizo sentir cómoda y tranquila. Y finalmente, al aula, un montón de personas con su cabeza y su corazón allí. Hablamos de Banco Sabadell, de lo que hago, de mi experiencia y así, poco a poco, con una colaboración muy activa, nos metimos en el apasionante mundo de las conversaciones. ¿Cómo? Pues…..conversando.
Aprendí muchísimo, sentí y viví el valor de la comunicación, de la generosidad y la valentía en todos y cada uno de los asistentes. Toda aquella teoría que teníamos allí, se hizo realidad, el lenguaje fluyó, las emociones se sintieron y el cuerpo acompañó.
Aprendí muchísimo, sentí y viví el valor de la comunicación, de la generosidad y la valentía en todos y cada uno de los asistentes. Toda aquella teoría que teníamos allí, se hizo realidad, el lenguaje fluyó, las emociones se sintieron y el cuerpo acompañó.
Mi hijo Yago, uno de los alumnos de Capacis, me hizo una presentación digna de enorgullecer a cualquier madre. Me gustó verlo allí, en su clase hablando de pie, contento y preparado. Estar allí, fue una confirmación de que mi hijo está aprendiendo en las mejores manos.
Gracias a todo el equipo gestor, a Silvia, a Fátima, a Javier, a Elena, a Juan por todo lo que dais –sé que está más allá de la profesionalidad- está lleno de pasión y sueños. Lo mejor de la vida, el motor.
Gracias a todos los chicos y chicas, por haber trabajado conmigo y haberme enseñado que llegareis lejos porque……
”La batalla de la vida no siempre gana el hombre más fuerte o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo”
Rudyard Kipling
”La batalla de la vida no siempre gana el hombre más fuerte o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo”
Rudyard Kipling
Un abrazo muy muy fuerte,
Mónica Lorenzo
9 de junio de 2014
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